Elen Irazabal es abogada de profesión. Co-organizadora R Ladies Madrid. Aprendió a programar para poder hacer Procesamiento de Lenguaje Natural sobre textos jurídicos. Ahora dirige su propio curso para enseñar a abogados a programar y a que conozcan cosas técnicas en Inteligencia Artificial y Ciberseguridad. Puedes seguirla en Linkedin y consultar su página web.
The Technolawgist ha hablado con Elen sobre la importancia de la formación en tecnología por parte de los abogados.
Tienes un perfil muy «tecno» para ser abogada. Cuéntanos cómo empezó tu interés por la formación más tecnológica.
Pues curiosamente no empezó por interés en la tecnología. De hecho, desde pequeña nunca mostré interés. Siempre cuento que estudié derecho porque quería dedicarme a los derechos humanos, y a medida que estudiaba más y tras ciertas experiencias internacionales, me decepcionó el sistema actual de derechos humanos. Muy burocratizado por una parte y por otra, acabé convencida que organismos como la ONU no son la solución. Justamente, vi en la tecnología un catalizador de transformación de la sociedad. Uno de mis mayores pasiones es la filosofía del derecho y cuando empecé a leer el BOE me di cuenta que había muchísimas cosas mejorables. Por ejemplo, la seguridad jurídica y la publicidad de las normas. Curiosamente, los países menos avanzados tienen graves problemas de seguridad jurídica y de estado de derecho en general, así que vi en la Inteligencia Artificial una aplicación a escala global.
¿Crees que la tecnología es cosa de abogados?
Debe ser cosa de abogados y no sólo es cosa de abogados. La tecnología está ya en prácticamente todas las facetas de la vida. Una de las cosas curiosas del Procesamiento de Lenguaje Natural, es que, aunque el sector jurídico no haga nada en estudiar los textos jurídicos para que la máquina los entienda mejor, cualquier innovación en cómo la máquina entienda texto, afecta al sector jurídico. Curiosamente todas las innovaciones están viniendo de estudiar textos no jurídicos, de nosotros depende sumarnos o esperar a que la ola llegue.
¿Aprender a programar o trabajar con programadores?
Depende. Si un abogado o jurista quiere ser desarrollador o data scientist, no le queda otra que programar. Es decir, aquellas profesiones que requieren programar en el día a día, tienen que aprender a programar.
Ahora, la mayoría de los juristas no quieren cambiar de profesión. Centrándome en estos últimos y teniendo en cuenta que se dedican a tecnología, yo siempre recomiendo entender la lógica de la programación para entender cómo funciona una máquina. Si nos fijamos, el código y los lenguajes de programación son los métodos por el cual los humanos podemos instruir a una máquina. Desde desarrollo web, de software, análisis de datos, automatización, inteligencia artificial… Lo realizamos con los lenguajes de programación. Ahora bien, programar no sólo es hacer código, es pensar de una determinada manera para trasladar lo que quieres ejecutar en la máquina, a través del código. Mi opinión es que aprender a pensar como una máquina es donde se marca la diferencia.
¿Se podría decir por tanto que los abogados van a necesitar estos conocimientos para ser profesionales 360º?
La tecnología es impredecible. Los avances en Procesamiento de Lenguaje Natural apuntan a que la máquina entienda cada vez mejor el lenguaje humano. Con ello se podrán hacer aplicaciones donde no se necesite programar. Y esto por una parte tiene sentido, ya que la mayoría de personas no saben cómo generar código. Por lo tanto, esas aplicaciones serán más útiles y generalizables si no necesitan de esa competencia. Pero, ¿qué tipo de profesionales conocen este hecho? Los que se han preocupado en formarse en este ámbito. Es decir, la innovación del derecho vendrá de la mano de la tecnología, y para entender dicha innovación no sólo hay que conocer nuestro sector sino también entender de dónde vienen estos nuevos cambios.
Si los códigos de software regulan nuestras relaciones cada vez más: ¿Code is Law?
He de decir que no estoy muy puesta en este tema, pero creo que la respuesta o el debate también se centra en cómo funcionan las máquinas, la Inteligencia Artificial y sus límites. En este campo recomiendo dos libros: Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle de Dougles Hofstadter y Computer Power and Human Reason: From Judgment to Calculation de Joseph Weizenbaum.
Nos encanta tu perfil y creemos que es muy necesario en el sector. ¿Qué tipo de estudios aconsejas para tener un perfil «tecnolegal»?
Siempre recomiendo que para sobresalir respecto a los demás abogados que se dedican a tecnología, se estudien cosas técnicas dependiendo a qué especialidad tecnológica te dediques. Por ejemplo, si te dedicas a protección de datos personales y ciberseguridad, no estudies un máster sobre la ley de protección de datos. Ya tienes base jurídica adquirida en la carrera para aprender, sin embargo, la base técnica y de fundamentos de software no. Por eso, me decantaría por una formación de base técnica.
Lo mismo diría sobre Inteligencia Artificial. Conceptos como transparencia, accountability etc. No son un reto de aprendizaje para el jurista. Ahora, saber la distinción entre algoritmos VS modelo, qué es una librería y por qué el Deep Learning es el método de aprendizaje automático de donde provienen todas las innovaciones hoy en día, sí lo es. Y esto se profundiza con una formación técnica.
Por último, ¿qué le dirías a los escépticos?
Imaginemos dos abogados que se dedican al campo de las finanzas. Uno de ellos no sabe cómo funciona el mundo de las finanzas y el otro sí. ¿A quién elegirías? Lo mismo pasa con la Inteligencia Artificial.
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