El impacto cultural, la identificación de procesos, la adopción de tecnología son ideas necesarias, pero no suficientes para elaborar una estrategia de innovación de éxito. Son elementos con los que diseñar un plan, pero necesitamos identificar cuáles son los objetivos que perseguimos, qué innovación y qué efectos son los que estamos buscando.
Identificar objetivos que se sostengan más allá del papel, no siempre es fácil y más cuando hablamos de intangibles como innovación. Por eso, resulta útil tener un marco de referencia sobre los distintos tipos de innovación que podemos perseguir con una estrategia Legal Tech. De acuerdo con el modelo de Larrey Keeley, las estrategias de innovación pueden afectar a tres grandes categorías dentro de la empresa, (i) configuración del negocio; (ii) la oferta del producto o servicio en sí mismo; o (iii) la experiencia del cliente. A continuación, el detalle de cómo centrar una estrategia de innovación en cada uno de estos ámbitos:
- Modelo de beneficios, la forma en que se obtienen beneficios. Como lo hizo Netflix transformando su negocio de alquiler de películas en un modelo de suscripción.
- Red, estableciendo conexiones con otras personas y entidades para crear valor.
- Estructura, alineando los talentos y activos del negocio.
- Proceso, creando métodos de trabajo propios o mejorados. Como lo hizo Zara con su estrategia fast fashion que permite diseñar, producir y sacar al mercado una prenda de ropa en un tiempo record.
- Rendimiento del producto, creando características del producto o funcionalidades distintivas al resto de competidores.
- Sistemas de productos, creando productos o servicios complementarios. Como lo hizo Nike+ incorporando aplicaciones relacionadas con el entrenamiento al universo de sus productos para hacer deporte.
- Servicios, creando apoyos y mejoras que rodeen y fortalezcan la oferta central del negocio.
- Canales, entendido como los canales de distribución a través de los que se prestan los servicios o entregan los productos a los clientes.
- Marca, entendido como la representación de tu oferta y de tu negocio. Como lo hicieron Virgin o Red Bull extendiendo su marca a sectores que van desde las bebidas a los viajes espaciales.
- Customer engagement, el establecimiento de relaciones e interacción con los clientes incentivada por la empresa.
Con esta estructura en mente y ejemplos prácticos de cómo otras empresas líderes en el mercado han utilizado la innovación para diferenciarse de su competencia, es más fácil identificar las áreas, o mejor dicho, el área (en singular) en la que debería desplegarse, centrarse las medidas de innovación legal.
La atención suele centrarse en la transformación de los procesos jurídicos y la eficiencia operativa. Por eso abundan las herramientas de automatización de procesos, gestión de contratos o firma digital. La adopción de nuevas herramientas va inevitablemente vinculada a la “ganancia” de eficiencia en los procesos y la facilitación de dinámicas de trabajo. Sin embargo, es importante tener presente que la tecnología debe ser sinónimo de independencia y mejora continua. Es fácil caer en la dependencia de un único proveedor tecnológico y entrar en universos cautivos. Evitar estos riesgos garantizará el éxito a largo plazo de las estrategias Legal Tech.
Muchas de las estrategias Legal Tech fracasan cuando los equipos legales se resisten a adoptar las nuevas herramientas, los nuevos procedimientos establecidos. La tasa de adopción de las estrategias Legal Tech es en ocasiones dramáticamente baja si el equipo no está convencido e involucrado en el proceso de digitalización y abierto al uso de nuevas metodologías. En esta dinámica, es necesario el apoyo del liderazgo del departamento que en ocasiones exigirá un enfoque top down para generar un cambio sostenible.
En este aspecto decisivo, la consultora de innovación IDEO establece 6 vectores de actuación que contribuyen a la adopción de sistemas innovadores a lo largo de una organización.
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