España se juega su futuro el próximo domingo 28 de abril en las Elecciones Generales. El día 28 se presenta como uno de esos días en los que hay que encontrar un hueco para depositar nuestra papeleta. Posiblemente, nos encontraremos con colas en nuestros colegios electorales o tengamos que recortar nuestra escapada de fin de semana. Llueva o nieve, el domingo estamos obligados a ir a nuestro colegio electoral presencialmente. Pero, ¿seguirá siendo así para siempre? ¿Avanza España hacia un voto online que permita votar a todos sus ciudadanos desde cualquier punto del planeta?
Lo cierto es que los candidatos a la presidencia del gobierno no acaban de atreverse a explicar sus propuestas en cuanto al voto online. Demasiadas dudas y pocas respuestas con respecto a un tema que debería estar sobre la mesa. Para más importancia, el voto por correo ha bajado un 8,7% con respecto a las últimas elecciones (de 1.460.128 a 1.332.929 peticiones).
El miedo a fallar frena a España
Los políticos españoles tienen la llave para la implantación del voto online pero no consiguen encontrar la cerradura adecuada. Su confianza es clave pero el sistema genera algunas dudas que frenan la irrupción del tema en el debate político.
Borja Gómez, responsable de la línea de blockchain en la firma tecnológica Paradigma, en palabras al diario ABC, explica que “hay que buscar una variante del blockchain para que el voto sea seguro y secreto. En el blockchain tradicional la información es pública y visible”.
Otra de las dudas más importantes es el riesgo de un hackeo. Si bien es cierto que la red blockchain no ha sido nunca hackeada, existe la posibilidad y ello generaría una catástrofe.
Estonia y el “nuevo internet”
Estonia es el primer país del mundo que ha introducido tecnología blockchain para implantar su voto online: llamado “i-Voting”. “Se trata de un nuevo internet. Se diferencia de otro tipo de sistemas de bases de datos en dos aspectos fundamentales: el primero, que lo que se escribe o no en él es por consenso, es decir, no hay una autoridad única; y, en segundo lugar, no se puede alterar”, explica Gómez.
Casi 250.000 ciudadanos del país báltico, 43,8% de todos los participantes, votaron en las elecciones de 2019 desde 145 países gracias a internet. El sistema es sencillo: durante la semana que dura el “i-Voting” cada ciudadano puede votar cuantas veces quiera, pudiendo cambiar de opinión, aunque solo contará la última ‘ciberpapeleta’.
Para hacer efectiva la votación tan solo es necesario el DNI, una clave que te proporciona el propio servidor y conexión a internet desde un ordenador o un teléfono móvil.
Estados Unidos hará una prueba piloto en West Virginia
El país norteamericano permitirá la votación vía aplicación de móvil para aquellos militares que no se encuentren en el país. La tecnología aplicada será de blockchain privado y se utilizará en las elecciones de 2020 en West Virginia.
La introducción de este sistema trata de incentivar la participación en el extranjero, ya que es complicado recibir y devolver la papeleta a tiempo. El sistema ya se probó en 2018 y Estados Unidos avanza hacia una implantación que, muy posiblemente, será utilizada en la mayoría del mundo en los próximos años.
Suscríbete a nuestro newsletter aquí.